miércoles, 21 de agosto de 2013

"Solo confía en ti"

Cambios, cambios y más cambios. La vida está llena de cambios. Cambiamos de casa, cambiamos de coche, cambiamos de móvil. Cambiamos de cole, de amigos, de planes. Nosotros mismos cambiamos. Hoy tengo miedo de mirar adelante. Tengo miedo de lo que va a pasar, tengo miedo de cambiar, de entrar en ese mundo tan gris, de crecer derrepente. No quiero cambiar. Quiero volver a mi casa siendo la misma que salió por la puerta el 6 de agosto. Quiero que mi mundo siga tal y como lo dejé, quiero que se pare el tiempo. Quiero un botón de reiniciar, por si acaso las cosas no van bien. Pero ese botón en la vida real no existe. Pero dicen que el que no arriesga no gana. Cierto es que tengo mucho que perder, pero tengo aún más cosas que ganar. Tengo una nueva vida aquí, mi aventura por delante. Y tengo mi vida, y sé que lo esencial seguirá en su sitio cuando vuelva. No hará ni falta el botón de reiniciar, porque aunque todo cambie, sé que seguireis ahí siempre.

Por aquí todo va bastante bien. Semana previa a el comienzo del High School. Papeleo, y más papeleo. Este año jugaré al voley, al baloncesto y haré cross country; lo más parecido al atletismo que encontré. Y tendré el mismo horario todos los días del año. Qué aburrido, diréis. Puede que si, pero si os digo la verdad es otra aventura más. Una vez alguien me dijo que la mayor aventura era la rutina. Ni exploraciones en la selva, ni escalar el Everest, nada más duro rutina. Me gustan las aventuras, así que creo que podré con esta. Mi familia es realmente encantadora. Creo que no me podía haber tocado una mejor. Hacen todo lo posible por vernos sonreír. El otro día fui a mi primer partido de beisbol. Fue genial, ponían canciones todo el rato, y la gente animaba constantemente. También fui a la fair, como le llaman aquí a la feria/fiestas del pueblo. Es una mezcla entre una granja gigante y un parque de atracciones. Para que os hagais una idea, un olor así como mezcla entre algodón de azúcar y cuadra. Pero fue divertidísimo, las atracciones ganan mucho si vas con dos niños de seis años.

 Poco a poco, voy descubriendo los secretos de la vida americana. Viven como en otro mundo. Son felices comiendo una cheeseburger en el coche (teniendo una nevera repleta de comida y una casa con un comedor). Su secreto de la felicidad es el día a día. Ojalá fuese tan fácil, ¿no? Para ellos lo es, creen en eso de que la felicidad se encuentra en los pequeños detalles. Me gusta esta filosofía, me gusta como plantean su rutina. (Con esto NO quiero decir que me esté empezando a gustar la fast food, lo prometo) Me gusta mi nueva vida, y lo mejor es que está todo por vivir. Adelante, pasito a pasito, buscando el equilibrio.













No hay comentarios:

Publicar un comentario